miércoles, 30 de marzo de 2011

Guerra en Libia


La primera oleada de ataques iniciados por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han conseguido en el fin de semana el primero y más urgente de los objetivos: establecer una zona de exclusión aérea en Libia y detener el avance de Muamar al Gadafi sobre la ciudad rebelde de Bengasi. De entrada, el uso de la fuerza, bajo las condiciones establecidas por la resolución de Naciones Unidas aprobada por su Consejo de Seguridad el pasado jueves, encendió al gobierno del dictador libio, que ayer lanzó un mensaje con un claro protagonista: la defensa no sólo de su régimen sino del petróleo que ha sostenido al país en las últimas décadas y del que se abastecen buena parte de los países que ahora toman parte del ataque libio.

El coronel Gadafi amenazó a las potencias occidentales con una "guerra victoriosa de larga duración " y afirmó que "no permitiremos que los cristianos tomen nuestro petróleo". En su discurso no faltaron las alusiones a una guerra santa en defensa de la tierra y de sus valiosas materias primas. "Dios está con mostros, el diablo con vosotros. Todos los libios están preparados para el martirio, lucharemos por cada palmo de tierra", afirmó Gadafi. Sin embargo, ante el recrudecimiento de los ataques, Gadafi anunció en la tarde de ayer un nuevo alto el fuego. También lo hizo el pasado viernes, un compromiso que duró apenas unas horas y que desencadenó el ataque aliado, junto a la desconfianza hacia las decisiones del régimen.
Libia está sumida desde hace semanas en un duro conflicto interno entre los opositores a Gadafi y las tropas fieles al dictador, pero el aumento de la tensión bélica desencadenado por la intervención militar de Occidente promete trasladarse con fuerza esta semana al mercado del petróleo. Especialmente si el ataque aliado no logra consolidar la posición de los rebeldes y derrocar con rapidez a Gadafi. El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, el almirante Mike Mullen, reconoció ayer que la operación aliada en Libia puede concluir sin que Gadafi abandone el poder. Añadió que la intervención aliada, que no prevé ofensiva terrestre, es la primera fase de una campaña "muy compleja".

La posición de los países árabes ante el conflicto libio -por ahora solo Catar ha confirmado su participación en el despliegue militar occidental, según confirmó ayer Francia- es otro factor de peso político y de trascendencia para los mercados, que tendrán en cuenta la postura manifestada ayer por la Liga Árabe. Su secretario general, Amor Musa, aseguró ayer que "la protección de los civiles no requiere una operación militar".

La evolución en el precio del petróleo será uno de los temas principales de la reunión que hoy celebran en Bruselas los ministros de Energía de la Unión Europea, en la que analizarán las consecuencias que la crisis de Libia y Japón puedan tener en el suministro de gas y petróleo y el impacto en el mercado energético internacional.

En clave doméstica, José Luis Rodríguez Zapatero comparecerá mañana en el Congreso para explicar la participación española en el operativo militar sobre Libia.


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