domingo, 3 de abril de 2011

La historia de Adan y Eva



Adán y Eva fueron los primeros jardineros. Vivían en el Jardín del Edén, un lugar perfecto sin espinas ni malas hierbas, y donde las plantas producían sus frutos fácilmente. Dios les dijo a Adán y a Eva que cultivaran el jardín,  lo cuidaran, pusieran nombre a los animales, y comieran de sus frutas, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal porque si comían sus frutas (se dice que eran manzanas o alguna fruta parecida a ellas), morirían.
Adán y Eva eran muy felices allí, ¡era tan bonito!

Como he dicho antes, Dios puso también en el Edén todo tipo de animales, uno de estos animales era una serpiente. Era muy astuta. Un día, la serpiente habló con Eva, y le dijo:
- “¿Es verdad que Dios os dijo que no deberíais comer de ningún árbol en el jardín?”
Eva dijo:
- “Podemos comer de todos los árboles menos del que está en el centro, el del conocimiento del bien y del mal, porque si no, moriremos.”
Pero la serpiente dijo a Eva:
- “No vais a morir. Dios sabe que si coméis ese fruto, llegaréis a ser como Él y es sólo esa la razón por lo cual Él no quiere que lo comáis.”
Eva miró el fruto, era hermoso. Pensó un poco pero, al final cogió el fruto y lo comió. Después le dio parte a Adán para que lo probara.
De pronto se miraron y se dieron cuenta que estaban desnudos. Rápidamente cosieron hojas juntas y se hicieron ropa para sí mismos.
Luego oyeron a Dios y se escondieron de Él. El Señor llamó al hombre (Adán) y le preguntó:
- “¿Dónde estás?”
Adán respondió:
. “Te oí y tuve miedo porque estaba desnudo.”
Dios le preguntó:
- « ¿Y cómo lo supiste?»
Adán confesó que él y Eva comieron el fruto que no debieron comer. Luego trataron de poner excusas diciendo:
- “La serpiente nos engañó.”
( ¿Alguna vez has tratado de culpar a alguien más cuando tú tenías algún problema? ¿Has tratado de esconderte para que nadie te encuentre por algo que hiciste? ¡Si has hecho estas cosas, hiciste exactamente lo que Adán y Eva hicieron!).
Vamos a ver lo que Dios hizo.

Dios les explicó que ellos al tomar la decisión de comer el fruto le habían desobedecido. Él les amaba pero tenía que castigarles por lo que habían hecho. Entonces les castigó a salir del jardín y comenzaron a tener vidas difíciles, por ejemplo, debían trabajar para buscar la comida o podrían ponerse enfermos.
Pero Dios todavía les amaba y les cuidaba.


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